martes, 26 de junio de 2018

Quién es quién

Quién es quién.
Vinnie y Jay lo hicieron, recuerdas el Get Rude, no me olvido de Kyle, cómo crees, pero tenía que decírtelo, Vinnie es papá, y Jay, pues, se fue, lo reemplaza otro tipo desde el año pasado, no es lo mismo, nunca se repite la genialidad, es un instante de perfección que los seres humanos alcanzan, después del cual caen. No es el caso de Exhorder, los dioses del sur de los Estados Unidos están de vuelta. Estuvimos caminando reventando los oídos con el Cowboys from hell, y no, nunca serán dignos los Darrel del gran Labella. Como antes había dicho, el mejor tema de thrash metal de todos los tiempos: The tragic period, al héroe de héroes, al demonio maestro que nos espera en el infierno: Edgar Allan Poe, a ti gran maestro, todo el poder del thrash y la literatura.

Es un gran momento porque acaba de terminar el concierto en el Saint Vitus, donde también retornaron los newyorkinos Demolition Hammer, me siento tan feliz, tan complacido que me da risa todos mis insignificantes problemas y lo aturdido que estaba por ser un ser humano perdido en la confusión. No hay duda, uno nace bajo una estrella, la mía es el thrash, cómo pude olvidarlo, hoy reafirmo que ni muerto dejaré de hacerlo y serlo, por Dave Carlo, Flemming, Stacey, Vinnie,  Michael, etc etc, por todos ustedes el resto de humanos sabemos quiénes somos: Fucking thrashers!!!!

lunes, 18 de junio de 2018

Seis de la tarde con Robert Cray

Hace diez días querido hermano que estamos luchando y hoy es el día más crítico, me asola la sensación de la aridez del mundo, siento la compleja red de tristezas que puede un ser humano sentir luego de una catástrofe. Y con todo no puedo sentirme peor, no debo, porque esta vez está en juego mi honor y si pierdo estoy muerto en todas sus dimensiones. Mis hijos me ayudan desde el otro plano de existencia, cuando ellos mis padres y yo su mimado primogénito. Todo funciona en todas las formas a través de los planos de la existencia. Quiero que estas palabras me sirvan de hito para la futura reflexión, cuando estuve a punto de morir por estúpido. Suena Robert Cray, no sé si ayude o empeore las cosa, pero me siento mejor oyéndolo. Mañana estaré mejor y pasado más, y así. El precio es el sacrificio del pasado, el tiempo nunca ha sido mi mejor aliciente, mas hoy, desde la perspectiva de 15 años de perderlo,  de hacer como si no existiera, me enajeno y trato de hacerme otra vez parte de algo. Mis pequeños niños, inclusive cuando no pueda verlos, los siento, es algo bastante extraño, como las canciones de Whitesnake, a quienes todo les parece extraño, extraño amor, extraña mujer, extraño esto extraño lo otro. Desdoblado me veo en un estado lamentable de melancolía, el costo de la recuperación y de los derivados del opio. Jean Cocteau está riendo desde su libro Diario de desintoxicación de un opiómano, está dibujando las delgadas extremidades de sus personajes y está hablando solo, como yo, pero sin este medio virtual que se devora todas mis ideas, quién me garantiza que pronto todo esto deje de existir, me sentiré desolado, como siempre?, como ssi hubiera perdido el tiempo?. Ya no, sé que todo esto que se hace en la red se va a alguna parte donde se construye otro plano de existencia, y tal vez mañana más tarde pueda ir para allá. Mientras tanto sigo convencido de mis emociones y sentimientos y sigues ahí, ya sabes quién, te tomo la palabra, de corazón yo también te sigo. Te sigo creyendo en mi fuero interno, te sigo sintiendo como si tu recuerdo no fuera más que una evasión a mi realidad de seguirte necesitando.  No obstante estamos cada vez más lejos, importándonos menos, qué genial el hombre no? y somos los más inteligentes de la creación?, te das cuenta que no?, que seguimos yendo hacia abajo con todas nuestras desavenencias?, No te das cuenta, no quieres darte cuenta, bueno, yo haré un poco de avena y panes con palta para la cena, te dejo, nos dejo, que nos vaya bien.

jueves, 14 de junio de 2018

Dios!


Ya casi lo tenemos, La casa del terror, música y letras, letras en forma de pequeña novela, y música en el estilo de siempre fucking thrash. Ambientado en Puerto Maldoblado. Debo informarme a mí mismo sobre este asunto porque hay una extraña certeza del cambio de personajes en mi propia vida novelada; como sea, me desearon de corazón que cambie, ja, cambie, decididamente no entrarpe más en el círculo de degradación, pero tampoco actuaré para ustedes niñas, me aburren sus esperanzas.

Pasando a otras informaciones, nuestro maestro Gary Holt se casó, yo ni enterado, claro, no me llegaron las invitaciones porque, su mujer es otra demonia lasciva con cara de lujuria. Ufff, sigo arre-pentido de haber perdido a mi mujer. Bah, no importa, sigo siendo libre, eso sí importa. La boda fue sencilla, pero el after party fue sensacional, un concierto como debe ser, sacaron covers a Tank, Judas priest, entre otros, estuvieron presentes desde Rick Hunolt hasta Kirk Hammet, fue grandioso. Ahora la pareja tiene dos hijas y viven un tanto lejos de California. A Gary le interesa mucho la vida polítia de su país, bueno, le interesaba, pues terminó defraudado por sus candidatos, tira de ladrones, sentenció, es obvio, toda es mierda que gobierna el mundo es lo mismo en todas partes, desde primer hasta el último mundo, merecemos una hecatombe, ni vuelta que darle.

Todo marcha bien, solo queremos volver a tocar la guitarra, pues al final, ya no tomamos, ni fumamos, ni aspiramos, ni follamos, ni nada; como decía mi pata: tengo sueño, tengo hambre, tengo sed, tengo todo y nos soy feliz. Me acordé del chiste sobre el niño que le dice a su madre que no fuma marihuana y ella le dice: y si busco en tus bolsillos y la encuentro qué te hago?, Un porro!, le responde el pillo. Reí mucho en cuanto escuché el chiste ayer mientras almorzábamos con mi hermana. Me duele tanto decepcionarla nuevamente, tal vez por ello voy a mantenerme firme en esta abstención, hasta por lo menos sacar de mi cuerpo todas las sustancias. Es ridículo seguir hablando de esto, pero es lo que hay, sino de qué hablaría, del libro que estoy leyendo?, naa, ya me aburre hablar de libros, no te conducen a nada: a hablar mejor?, a pensar mejor?, ninguna de las anteriores, solo me llevan a volver a intentar irme a la mierda. Dios, envíame un rayo y fulmíname por favor, o en todo caso, envía a una nena con tetas gordas y trasero de hipopótamo por favor, te lo vengo pidiendo desde hace tanto que ya me llegas al pincho con tu renuencia, y solo me envías al diablo a concederme el veneno, eres bien cagón no?, y encima te ríes, para eso me enviaste al mundo, para morir por mis pecados y bajo el yugo de mi propia mano?, bonita decisión, eres todo un amor, bahhh.

martes, 29 de mayo de 2018

uno

Hola querido hermano Kevin, te escribe tu otro yo, el que todavía puede hacerlo, hemos visto, el resto de nosotros cómo te ha invadido la tristeza en estos días, las canciones de Bonnie Raitt te han convertido en una lágrima viva y eso no es bueno, porque si tú enfermas, nosotros también, por eso decidimos escindir nuestro ser y hablarte de este modo, tú no lo sabes pero hay quienes sostienen que la esquizofrenia es una suerte de liberación, tal vez, pero al precio de la sanidad, no vale la pena. 

Había un gato llorando por la nariz, te sentaste a beber el poco de ron que quedaba y el gato se sube en tus piernas y te acaricia, pasas tu mano por su lomo y recuerdas lo importante de este acto, acariciar, hace tanto que no lo haces que rompes a llorar.

Entonces, el Tolas, el perro de Akiles, se muere de pena en cuanto muere su dueño, aúlla todas las noches y se empeña con más fuerza en inhalar el aire tóxico del foso. Sus lamentos convocan más demonios y todos los zombies son desollados, mueren de hambre y fulminados por sus propias psicosis.

Caminaremos por la carretera hasta perder el camino y el destino.

martes, 8 de mayo de 2018

Hola

https://www.youtube.com/watch?v=yU3koZql58E

Qué tal mujer, estaba rebuscando viejas canciones, hallé esta, te al entrego, es increíble, sus acordes son tan tristes y maravillosos que me hacen ser tan feliz y desgraciado al mismo tiempo, me voy, haré unas tarjetas, te seguiré imaginando.

miércoles, 28 de marzo de 2018

Buenas noches

Solía pensar con denodado y enfermizo empeño en un mañana, ahora pienso que debo guarecerme de la lluvia solamente, tengo un par de zapatos hechos mierda y no logro conseguir los pantalones necesarios, debo andar muy grave para todo esto. Lo sé, lo acepto, el mundo enfermó, uno estornuda como quien defeca, y las cosas se afinan a peor, ves las nubes negras cernirse, oyes Mi diciembre, hiedes a mugre, tratas de enamorarte y no estás preparado, ni siquiera puedes cepillarte bien los dientes, pero como dicen en el puerto: a mal tiempo aprieta el puño y súbele el volumen. Eso hago, mientras empuño el limpiavidrios y arrojo la basura por la ventana del bus, iré o no iré, cuál es cuestión de mi vida reptiliana: la necedad, la renuencia, la estupidez y luego el silencio, las calles vacías, la asquerosa soledad, y el encierro, soy de aquellos arácnidos mal reencarnados, mal concebidos, algunos me ven como quien inhala terokal y no, no lo hago,  ya no tengo un dedo de la mano porque me pasó que descubrí el hueso después de la herida y no tuve tiempo de echarle un poco de alcohol o algo para desinfectar, mañana voy a caminar mucho para sudar y renovar mis fuerzas, estoy un tanto cansado,  buenas noches hermano.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Me dan asco uds. también


Empezamos con Lester Young, no demoraré esta vez en patrañas, van cinco días de la recaída y ya deambulo como fantasma de ciudad, cito  Lethal, son buenos los gauchos. La apacibilidad de la música me hace reconsiderar algunas cosas, sobretodo la referida a escribir en paz, sin apuros ni lineamientos, cosa que no estuve haciendo los últimos meses, ya sabemos por qué, por la divagación a causa delos agentes, asunto archiconocido, pero ahora no tengo ese ímpetu más que en liberar mi mente agobiada por las travesuras de lamente.

Renuncio otra vez al cuerpo, eso inmediatamente después de haber superado una enfermedad grave, no en suma , pero sí de alarma. Como sea, quiero hablar de lo podrido de la gente. Se publica una foto de mi hijo orinando en la calle, pantalón abajo, feliz, y muy cómodo, se pone: Prohibido prohibir. Enseguida me hacen saber lo irresponsable de mi acto, que expongo a muchos riesgos a mi niño, cuáles, me rpegunto, me mencionan los más atroces, ya saben, no quiero ni  mencionarlo, porque me apena saber que la gente está más podrida que yo en sus pensamientos, en su concepción del mundo, en us valoración, y yo soy el pelotudo, como dijo mi amigo El chemas, yo soy el miserable. En todo caso, no solo yo amigos del planeta tierra. Me dan asco ustedes también.

domingo, 25 de febrero de 2018

Es domingo otra vez


Sábado, estás sentado en el copiloto del automóvil donde ahora duermes y bebes y ves la vida pasar. Es un station estacionado indefinidamente, le sacan la batería para que no se lo roben, ya no tiene dos ventanas, los asientos hieden a trago y pezuña, pero todavía uno puede sentarse a charlar con El toro, viejo ebrio que transita la vida bebiendo impíamente todos los días desde hace trece años. 

Son las siete de la noche, hay una especie de convulsión gestante en el ambiente, es Ayacucho, no hace ni frío ni calor, salvo a las cuatro de la mañana, cuando desde las quebradas asciende un vaho gélido que se impregna a los huesos, generando el entumecimiento típico; la gente se apura por llegar a sus casas, por salir de ellas, se mueve. Todavía están ustedes dos en el auto, bebiendo un ron puro, tú le das pequeños sorbos, te duele la vejiga, la verga, todo, ha sido una semana dura, follarte a toda a esa manada de degeneradas fue extenuante. Te preguntas si podrías vivir así, la respuesta es no, la vida son instantes, momentos de esto o de lo otro, lo sabes, esto debe parar, el dolor físico es intolerable, el del alma todavía es tolerable, dices eso y te arrebujas en el asiento, subes el volumen, suena el Grupo Néctar, te llega al pincho la cumbia?, ya no, es la música de tu país, te vacilas, quisieras bailar con una nena culona a la luz de un faro callejero y decirle al oído que estás por leer a Elías Canetti, ante lo cual ella se reirá y dará una vuelta tomando tu mano y listo, a follar.

Follar sin amor es como comer sin sal, pero no comer es morir de hambre, y tú no vas a morir de hambre, eso sí que no, o qué, las veces que te pones la camiseta al vuelo y te das cuenta que está al revés, no significan que no debes hacerlo?, nada, tienes que. 

El toro se anima a salir, tú no, le dices que esperarás a que baje el ritmo de la gente, él se ríe, estás loco, te dice, yo ya vuelvo, y se va. Pasan los minutos, se hace la hora, ves al Carry doblar la esquina, mear y prender su pipa, el Yermoly le sucede, pero éste no tiene pipa, se limita a jalársela. Esos dos tipos son grandes amigos que decidieron no meterse más pasta, cosa de ellos, nosotros en el auto ya no quemamos, solo bebemos, está prohibido prohibirse, pero hay que pararla, además el crack te llena los pulmones de agua y revienta los labios, y está muy caro para ser honestos. 

Decides salir, piensas en tus dos hijos, la cagaste realmente, ahora estás en la calle, sin dolor ni remordimiento, cómo ha sucedido esto, fácil, a punta de necedad y rockandroll.Si ahora mueres no tiene caso, en teoría ya lo estás, de modo que nicagando, debes resistir, conchasumare, que pesar seguir dándole a la puta vida sin más alegría que el beber y drogarse y ansiar un pescadito con papas fritas o un culo de mujer arrecha. Como sea, sales, le pasas la voz al Charapa, el hijo de puta éste trae dos costales llenos de cuyes, le ayudas, los transan en un restorant, comen, por fin!, se largan a vacilar a una yunsa, compran seis cervezas, danzan como locos, la gente los observa extrañada, son venezolanos no?, les dicen, naa, qué va, somos puercos revejidos, les dicen, salen del local, caminan otenando en todas direcciones, marcan unos vehículos, se acercan, hacen el queco de cagar, mientras tanto uno observa y marca y el otro saca las porquerías que la gente atesora en estos tiempos, celulares y huevadas así, caminan con esas chucherías, lo transan, el Charapa quiere ir de juerga, son las dos de la mañana, tú ansías el asiento del copiloto, se separan, caminas de regreso, le pasas la voz al chibolito, drogadicto impenitente que se las trae desde el Callao, beben, hablan de lo rico de la pasta, tú le oyes, niegas eso, es una mierda, sentencias, se caga de risa, se larga a fumar, vuelves al auto, El toro no ha vuelto, carro solo, te estiras y se acabó, es domingo otra vez.

domingo, 18 de febrero de 2018

Salud


A estas horas en el pueblo de ella, oyendo el grupo Néctar, sentado junto a la ventana, bebiendo de a pico de una botella de litro de chela, ella está en la cama, descansa de la noche larga que tuvo, él cocinó pescado, sostiene al niño en brazos, el niño está jubiloso pues luego se irán a los columpios, se apresuran en comer, el niño ya no quiere comer, quiere ir ya! Él se dispone a hacerlo también, pero antes ingresa a la habitación y acercándose con sigilo donde ella, le descubre las colchas y entre el vaho etílico encuentra su rostro y le acaricia la boca, a la cual de inmediato estampa un beso cálido y húmedo que le hace estremecer hasta despertar. Qué sucede dice ella. Él ya no está. (sound track hasta acá ... https://www.youtube.com/watch?v=xbQhfq5XFNs&index=12&list=PL5T7ZvgYPNT8ocKCwZQd8lrxA6T5AzlNx)

Él está solo desde hace un año y medio, divagando como Lobo Estepario por la tundra moderna de la civilización decadente que vivimos como si fuera floreciente, próspera. Camina y se mueve con sigilo pero con la mirada puesta en poniente y con tintes de acechanza muda, pacífica. Extraña menos la vida pasada, pero todavía le queda sangre en la herida, su morada es el dolor y el lugar común, la melancolía. Trata de sublimar toda la cochinada y no lo logra, las personas son las mismas, hechas con el mismo molde, él y sus disertaciones, sus desvaríos, todo mientras aguarda partir, él, a partir de la separación a involucionado a nómada, incluso cuando le preguntan refiere al Australopithecus como antecesor y al sapiens sapiens. 

Él y ella y una época de caminar domingo a dar una vuelta por la ciudad fantasma, cogidos de la mano y destilando fervor mutuo. Él y ella ahora como extraños, odiándose en silencio, añorando como tontos lo que pudo ser y no fue. Cagado, salud con Chacalon. https://www.youtube.com/watch?v=6lpFk75GO9I

Domingo



Faltaban exactamente una hora menos veinte para la medianoche del sábado, los dos yonkies del este caminaban sosteniendo uno, la guitarra, y el otro, la campera, en  las manos, llevaban un trajín largo desde hace dos kilómetros, siguiendo el rastro fónico del dealer, quien parecía moverse muy rápido para ellos; tardabas un minuto y ya se había cambiado de lugar; como fuera, ellos eran imperturbables, eran fanáticos del arte de puro drogotas, sonaba en el boofer Steppenwolf; ya había pasado mucho tiempo desde el día en que decidieron ser honestos consigo mismos y acepar que la droga era para lo cual habían venido a este mundo; no para comercializarlo, no para almacenarlo, ni exhibirlo, solo para consumirlo con el empeño fanático de quien no sabe, o se hace al tonto cuando ve el cielo negro y se olvida de la lluvia. 

Cuando Fabián acudió esa tarde a la cita con su viejo amigo el Comercio, no imaginó que terminaría así, bueno, no es que algunos imaginen con mucha frecuencia el desarrollo de los eventos de su vida diaria, o si? Bueno, Fabián era de los que no, y ahora que su medio rostro estaba cubierto de sangre y la herida de su cabeza no paraba de manarla, se detuvo a pensar en lo imbécil que había sido en aceptar ir donde el Comercio, si sabía que el tipo estaba sumido hasta las orejas en la droga y el alcohol. Fueron dos golpes nada más, uno con la botella y otro con una cadena de perro pitbull, enseguida se oscureció completamente y en segundos el flujo de la sangre, el dolor pulsante en la cabeza y su mano maquinal yendo a cubrir la herida y logrando solo abrirla más y derramar el resto del líquido regente del organismo.

Las primas Padilla se encontraron en la esquina minutos antes de que alguien más llegara a detenerse cerca, llevaban sus bolsos y en general, lucían chicks. Típico, par de voluptuosas enanas fenotípicas de la zona, par de descerebradas mujeres exitosas, pujantes y orgullosas, llevaban ellas la batuta en sus hogares, que por cierto, ya eran disfuncionales, tenían cada una un hijo, pero vivían con otro hombre, uno vinculado más con ellas por lo laboral y sexual que por lo sentimental y actitudinal. Se iban a trabajar toda la semana en la oficina, donde dale y dale al coqueteo hasta que el sábado, vamo´ por un par de cervezas, y listo, el resto era automatismo. Tristes querellas de una vida de mierda para mujeres ordinarias y de condición perruna. Se saludaron, tenían que entregarse unos documentos, ambas eran arquitectas, gordas, sin tetas, con un culazo fruto de horas y montones de dinero inyectado en el gimnasio, tiernamente estúpidas. Se entregan lo pactado, cruzan de brazos y preguntan una a la otra, sobre sus vidas, cómo te va, qué dice el amor, cómo se encuentra Carlitos, etc. Pasa un triciclo, el conductor no lleva pantalones, exhibe sus partes, ellas ven y desvían la mirada, callan, les gustaría no pensar en eso, pero no pueden pensar en otra cosa que su propia y nimia experiencia, entonces una le dice a la otra: Que asco no? Sí..., hay cada loco asqueroso en esta ciudad...

Los drogotas ven al desangrante y acuden en su ayuda, se les ocurre llevarlo al hospital, cogen diez soles arrugados de manos del herido, toman un taxi, el herido observa bien el atuendo y fachada de los dos enfermos de la cabeza, y duda, teme, se aleja corriendo, los drogotas se miran, dudan un segundo, y suben al taxi, tienen el dinero y se marchan directamente al local de expendio. El herido corre calle arriba, a donde no haya nadie, para llorar amargamente y en paz. Las primas no se han dado cuenta de casi nada, solo han visto correr a probables delincuentes de arriba abajo, qué aburrido este día no primita?, sí pues, bueno, ya me voy, tengo una cita, uyy, provecho, ya nos hablamos, chao.

Pasa el triciclo otra vez, el conductor se ha cagado, toda su pierna está embarrada, aumenta la velocidad, algunos perros insomnes le ladran, es domingo.

martes, 23 de enero de 2018

Anatomía de una tercera expedición a la carretera



El desierto, la arena, el algarrobo, la basura plástica y el hedor a pescado podrido poblaron nuestra tercera expedición. Íbamos más solos que nunca, el camino se tiñó de nuestras lágrimas y la desesperación nos hizo presa. No claudicaríamos sin embargo, nuestra fortaleza era un hecho. Anoche en Chiclayo contuvimos una sensación amplia de desistir, y amaneció y caminamos en línea recta como siempre. Ahora resulta que no somos ni nada, que solo servimos para dar pena. Ojalá que sea solo eso, porque nos estamos yendo tan lejos de todo que nos parece una tontería el pasado, los hijos, los  amigos, la familia, todos atrás, en sus zonas de confort, yo yéndome, ustedes muy tranquilos.

Resulta que nuestra gente en Perú está llena de fealdad, yo mismo, una cagarruta delgaducha y retorcida que pretende conquistar el mundo con sus pies. Y entonces vemos el cielo moverse, las nubes, el celeste aplastante y la brisa marina hediendo a náusea. Piura es un infierno muy feo, yo creo que los hay bonitos, como Quillabamba o Tingo María, pero éste es horrible, andas por sus calles ves a su gente, los odias en simultáneo; cómo es tu ciudad predilecta, ah pues, a lo San Francisco, ajá, alienado, eso, soy alienado, o mas bien ya recuerdo bien de dónde vengo y a dónde voy, a casa. Este cuerpo pesa una mierda y apesta tener que llevarlo entre el resto de seres parecidos a mí. Hoy restregaremos la ropa si es que logramos llegar a Sullana y mañana, con la ropa limpia partiremos a Máncora, de ahí es otra historia. 


lunes, 22 de enero de 2018

Otra

Te veo y se acaban mis estertores, estoy hecho una furia, una maraña de huesos dislocados y músculos resecos. No puedo vivir sin ti, tengo la excusa perfecta, este sería el final perfecto, pero sé que no, que estoy decidido a no más, y luego me abstraigo y veo con esperanza la desesperanza, cómo se logra esto vida mía, yo te añoro y necesito más que nunca, por un beso tuyo mataría fácilmente, y después sé de tu alejamiento y qué más digo, estoy tratando de ver todo esto desde otra óptica y no lo consigo.
Éste día es el peor de todos, habían grietas, impulsos desastrosos, una suerte de complicada realidad. Los veo, estoy muerto.
Y entonces vuelvo a viajar, a tratar de acomodar mis pensamientos, y las distancias se encogen, la nostalgia se acumula, me pierdo entre los montones de ideas sobre mares, ríos, árboles. Hola árbol le digo al algarrobo y éste me abraza, hola perro, le digo a un chucho todo flaco como yo, y él me lame, me abraza, se regocija con mi compañía, pero no puedo llevarlo conmigo, no puedo hacerme cargo de nada, de nadie, ni siquiera de mi cuerpo. 
Y con todo vamos a alcoholizarnos, vamos a hacerlo hasta no recordar cómo ni cuándo, después, dejaremos secar el cuerpo cerca del mar, que vengan los buitres y se coman lo que queda, de cualquier forma iré más y más lejos. Morir es no estar, pues bien, ya morí, qué más da.

lunes, 8 de enero de 2018

Eworx

Cómo demonios vas a salir de circunstancias como éstas donde te entregas con suma desfachatez al desvarío y la estupidez. Algunas veces uno se encuentra a punto de saldar sus cuentas y entonces sobreviene la molicie. Yo era una especie de mutación del ser, habitaba con otros como yo las bajos puentes, las alcantarillas, los baños púbicos, las canaletas fluviales. El hedor nos colmaba, teníamos a cuestas la inocencia del salvajismo. Nuestra era la noche como el sol a las plantas, y entonces salíamos a comer, animales y plantas, voraces, llenos de furia y baba en los dientes, nuestras cabezas solían limitarse al giro de ciento sesenta, ahora son trescientos ochenta. Lo vemos todo, además, en nuestras espaldas ya brotan las primera alas de la estación, pronto volaremos hacia los pisos altos de los edificios multifamiliares y nos meternos a las cocinas a comernos todo lo que haya.  
Ora no tenemos prendas, ni pelaje adecuado, nos cagamos de frío, ora ya nos olvidamos la dirección de nuestra buhardilla, ora caminamos como desquiciados por los bordes de la ciudad, del cataclismo humano urbano. Todavía encendemos nuestros dedos para alumbrarnos, ya no queda mucho de combustible, pero la lumbre es intensa y perseverante, debemos lograr sofocar el miasma de oscuridad, o nos tornaremos ráfagas de inmundicia en la cara de los transeúntes, corrientes de aire negro peste del siglo trece, les decimos, apártense,y nada, no nos ven, no nos oyen, estamos cuadriculados en las líneas de su visión. No existimos.