lunes, 18 de junio de 2018

Seis de la tarde con Robert Cray

Hace diez días querido hermano que estamos luchando y hoy es el día más crítico, me asola la sensación de la aridez del mundo, siento la compleja red de tristezas que puede un ser humano sentir luego de una catástrofe. Y con todo no puedo sentirme peor, no debo, porque esta vez está en juego mi honor y si pierdo estoy muerto en todas sus dimensiones. Mis hijos me ayudan desde el otro plano de existencia, cuando ellos mis padres y yo su mimado primogénito. Todo funciona en todas las formas a través de los planos de la existencia. Quiero que estas palabras me sirvan de hito para la futura reflexión, cuando estuve a punto de morir por estúpido. Suena Robert Cray, no sé si ayude o empeore las cosa, pero me siento mejor oyéndolo. Mañana estaré mejor y pasado más, y así. El precio es el sacrificio del pasado, el tiempo nunca ha sido mi mejor aliciente, mas hoy, desde la perspectiva de 15 años de perderlo,  de hacer como si no existiera, me enajeno y trato de hacerme otra vez parte de algo. Mis pequeños niños, inclusive cuando no pueda verlos, los siento, es algo bastante extraño, como las canciones de Whitesnake, a quienes todo les parece extraño, extraño amor, extraña mujer, extraño esto extraño lo otro. Desdoblado me veo en un estado lamentable de melancolía, el costo de la recuperación y de los derivados del opio. Jean Cocteau está riendo desde su libro Diario de desintoxicación de un opiómano, está dibujando las delgadas extremidades de sus personajes y está hablando solo, como yo, pero sin este medio virtual que se devora todas mis ideas, quién me garantiza que pronto todo esto deje de existir, me sentiré desolado, como siempre?, como ssi hubiera perdido el tiempo?. Ya no, sé que todo esto que se hace en la red se va a alguna parte donde se construye otro plano de existencia, y tal vez mañana más tarde pueda ir para allá. Mientras tanto sigo convencido de mis emociones y sentimientos y sigues ahí, ya sabes quién, te tomo la palabra, de corazón yo también te sigo. Te sigo creyendo en mi fuero interno, te sigo sintiendo como si tu recuerdo no fuera más que una evasión a mi realidad de seguirte necesitando.  No obstante estamos cada vez más lejos, importándonos menos, qué genial el hombre no? y somos los más inteligentes de la creación?, te das cuenta que no?, que seguimos yendo hacia abajo con todas nuestras desavenencias?, No te das cuenta, no quieres darte cuenta, bueno, yo haré un poco de avena y panes con palta para la cena, te dejo, nos dejo, que nos vaya bien.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario