martes, 14 de febrero de 2017

Buen Día


Me queda trabajar y escuchar Krokus. Llamarte es herirme, desangrarme, pero me resulta también indispensable. Estoy siendo fuerte, mi vida ahora la veo distinta, el mundo empeora, no para mí. Quizá algún día nos volvamos a ver y pueda decirte lo mucho que sigo amándote, que aunque mi retorcida mente se empeñe en condenarnos, yo seguiré sintiendo por ti lo de siempre, ya sabes, de cuando caminábamos juntos, de cuando dormíamos juntos, de cuando despertábamos juntos. Hoy quise decirte estas y otras cosas, como siempre, hasta inclusive soportar tu hartazgo como un indicio más de tu belleza cautivante. Decidí ser honesto y cuidarme, quererme, por eso decir que te sigo amando, que eres la persona más importante en mi vida, es algo tan natural, tan sencillo de decirlo, porque me resulta espontáneo.

No obstante también sé de esa parte mía que no se quedará a seguir llorándote, se moverá y bueno, más tarde que temprano, espero, te diremos hola desde otra orilla, desde otra voracidad, desde otra historia. Y como si eso fuera a interesarte, ni si quiera a mí mismo, a pesar de sentir que lo merezco todo, que todo lo malo y bueno que me sucedido en la vida es tan justo que lo injusto solo fue perderte, seguiré diciéndote aunque nunca más me oigas o leas o sientas, que te amo vida mía, siempre lo haré, y te escribiré aquí o allá, donde sea, y alguna vez alguien pondrá delante de ti un saco lleno de mis cartas anunciando mi partida definitiva(aunque diga que los enterraré a todos)

Nadie más que tú y yo leemos esto, y eso importa, es algo nuestro, como la posada perdida entre el largo camino entre nuestras ciudades a donde íbamos a encontrarnos una semana al año durante el resto de nuestras vidas, si todo salía mal aquel entonces, es decir, que no hubiéramos podido seguir estando en una relación constante. Ahora que lo pienso, hubiera sido inclusive mejor, míranos ahora, sumidos en desamor, en estas tonterías de escribir como un cojudo a nadie que le interese. Bueno bueno, como sea, van trece veces que repito Lo quiero todo de Krokus, hazlo también tú, atrae hacia ti al niño y bésalo y abrazalo en honor al gran amor que tuvimos, qué te parece, imagina que te son mis brazos los que rodean tu cuello, los que acarician tu pelo, que son mis labios los que besas, que es mi miel y mi sangre la que palpita en ese maravilloso ser, ¿que sí lo es?, ¿que soy yo? Claro que sí, soy yo, estoy en él, siempre te cuidaré y estaré cerca para seguir amándote, aunque tenga que estar lejos de sentirme también amado, sabré que a través de él estaremos conectados para siempre, y yo entiendo por siempre no la eternidad, sino los instantes grandiosos que uno no termina de imaginar inacabables. Que tengas un buen día mi amor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario