martes, 18 de abril de 2017

Estamos siendo fagocitados


Difícil de clasificar ciertas emociones. Está por ejemplo lo de fantasear con lanchas en tardes sepia en el oriente peruano y uno pensando que podría estar conduciendo una lancha propia valorizada en veinte mil dólares. También está lo de ir al río y pescar oyendo trova brazileña, o lo otro, en Moquegua, cerca al puerto de Ilo, viendo el mar, dejando que la espuma nos lama el rostro. Tantas cosas hermano mío, tantas cosas y por ahora estancados en la bahía de piedras, días más, días menos, ya veremos. El ñino ha crecido, es hermoso, uno siente que la vida tiene sentido al verlo, recuerdas cuando ibamos de arriba abajo derecha izquiera con él en nuestros brazos?, sí, qué épocas, lo vivimos hermano, fue genial, por aquel entonces escuchábamos harto Demolition hammer y Alfonsina y el mar, qué noches no?, cuando invocábamos al señor de la oscuridad y todas esas patrañas, caprichos de solitario, y luego la voz latente del recuerdo de ya sabes, puta madre, cuánto la hemos extrañado, llorado, fantaseado, morboseado y míranos ahora, asociando su imagen a la de una desconocida con la cual por alguna razón imposible de justificar, nos volvimos a reproducir. La próxima vez lo haremos mejor, nosotros somos duros de aprender, pero no de querer, eso lo sabemos bastante bien y siempre lo tenemos claro. Leímos 1984 en una edición enorme, comentaste a todos los vientos sobre LA MUERTE DEL AMOR, pensando que jamás nos tocaría a nosotros, y ya ves, la realidad siempre reinterpretando nuestras lecturas contra nosotros mismos, fagocitándonos.

Después huimos desesperados hacia la tierra en la que nacimos, a apaciguar las aguas de la mente, lo logramos, inclusive desechamos el tratamiento farmacológico por ser más dañino que mis vicios juntos, y luego trabajamos, vendimos esas aparatos llamados celulares y comprobamos la teoría de Neuman, estamos sumergidos en era de lo líquido y banal, hundidos hasta la coronilla, qué pena ver a la gente tirando su dinero, rindiendo pleitesía, entregando sus vidas a esos tristes aparatos mudos y engañosos. Al final, un lunes por la noche, cansados de la nostalgia corrosiva, volvimos. Todo había cambiado en los dos meses que nos fuimos, eso nos entristeció, para sumar, ja, pero en el fondo, ambos sabemos que somos de acero, que nuestra pasión es a prueba de todo, eso lo tenemos muy claro y presente estos días, de dormir como un perro y comer como un cerdo y masturbarnos como quien se va a mear al baño. y por cierto, hemos dejado las viejas imágenes masturbatorias, ahora retomamos las revistas, qué placer ver a esas nenotas, ufff la realidad es mierda, también de eso estamos más que seguro, pero qué le hacemos, seguiremos escribiendo en este espacio, hasta que no quede nadie que conozca, e incluso más allá, porque para eso vinimos a este mundo hermano, para sublimarlo y escribirlo, ¡salud por eso!

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