lunes, 20 de octubre de 2014

LA MEJOR SERIE DE TV


Tengo que decir algo al respecto, porque vi desde el lado de mis fantasías estúpidas referidas a darme de baja; y aunque en mi caso no esté papá o mamá para decirme sobre el dolor indescriptible que sufrieron a partir de mi nefasta acción, están otras personas con la misma valía, porque la vida solo intercambia y recompensa. 

IN THE FLESH, la mejor serie que veo en mi vida, y es que no se trata de uno más de aquellos programas destinados a entretener despertando en uno solo lo malo, u orientando las tendencias innatas de todo hombre hacia lo mórbido; sino porque pone en manifiesto las inquietudes más sórdidas del ser humano inmerso en una sociedad intolerante, prejuiciosa, incapaz de concederse a sí misma segundas oportunidades en las que se debería saldar esas deudas, o reparar esos quiebres que lamentablemente en la realidad resulta imposible hacerlo con los verdaderos agraviados. 

Por otra parte, por fin compruebo que se viene realizando mediante esta maravillosa metáfora del mundo después de un cataclismo de dimensiones apocalípticas que bien ya sucedió en otra época, tal es el caso de las guerras mundiales o las pandemias mundiales, o que podría suceder en un futuro inmediato a la época en la que vivimos, caracterizada básicamente por la renuencia del hombre en su mayores índices a soltarle la rienda al consumismo y el vaciamiento espiritual y mental. Los difíciles momentos que la humanidad ha de atravesar o viene atravesando una vez que el mundo se vino o viene abajo con todos sus delirios, pesadillas e ilusiones que caracterizan los momentos previos al cataclismo.

Ya no tengo maneras de seguir diciendo lo mismo respecto a esto, pero ahora por ejemplo que sigo oyendo las gotas gordas de la lluvia caer impasibles en el cubo que pusimos al pie de la cama, algo en mi interior se reactiva: la seguridad de saberme en lo correcto, y a pesar de mis pesares y desaciertos con los que tendré que luchar codo a codo, no me cabe en el pecho la alegría de saberme vivo y amado, además de preciado con los regalos que la vida ha dispuesto otra vez para mí y los míos, pero que tendré que abandonar en aras de sus bienestares individuales. Quiero decirles en este precioso momento hijos míos, Morgan y Volker, que los amo con toda mi vida y los tendré de por vida como la llama que infunda mi vitalidad y optimismo. Desde hoy este día será para nosotros tres, y que así quede escrito, onomástico de la sangre hecha nombre que compartimos los tres. Felicidades y hasta pronto, siempre con todo el amor de un hombre de a pie, su padre.

Post:Después de ver In the flesh, difícilmente The walking dead tendrá otro valor o interés más que el histórico o de repaso; para  tomar verdaderas acciones como ser humano vivo y lleno de esperanzas, ésta serie es la idónea, la necesaria, la urgente.

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