martes, 18 de julio de 2017

No me detendré


Entonces sería de la siguiente forma: tendrías que olvidarte completamente del asunto que les compete, has dicho más de lo que debiste, la rabia no te dejo ni respirar y terminaste hablando sin sentido, estúpidamente, ahora estoy peor que antes con la incertidumbre, me da como una suerte de pecaminosa necesidad de contestar, de preguntar, de saber a ciencia cierta, sin embargo, no me concierne, y me lo dicen de modo que no sea tan difícil de concebir... por qué diablos tiene que resultarme tan difícil todo esto, no necesito palabras ni espacios nuevos, y aun así estoy yendo a uno, para qué, qué haré, me pregunto con tanta confusión que la verdad me siento mal, enfermo, como si estuviera yendo a la boca del lobo.
No quiero decir más , pero necesito hablarte, y aunque sea evidente mi obsesión, ahora me dedicaré enteramente a la ficción tuya, a tu ser más allá de las circunstancias, te debo decir que no sé cómo haré para superar tu recuerdo, espero que ahora estés mejor, de verdad, la rabia me hizo hacer y decir cosas de las que ahora me arrepiento y aunque pretenda hacer como si nada, me presiona una tonelada de peso, de hierro puro. Maldición. Aún así, de partir, debo intentarlo, en caso suceda una detención o accidente, comprenderé el sentido de todo esto; en cambio, de llegar ileso, tendrá que empezar la carrera sin descanso para mí, carrera hacia la posesión de objetos, la recuperación del amor propio y a los demás. No me detendré ahora bajo ninguna circunstancia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario