sábado, 27 de septiembre de 2014

989

Uno no puede ignorar los hechos, a pesar de los sueños; o ignorar lo sueños a pesar de los hechos; como sea, en cuanto gira el mundo va dejando atrás tantas cosas que para cuando uno repara en ellas, son puro vestigio de abandono, ni siquiera recuerdos tiernos, desolación y olvido. Y te preguntas cómo podrías hacer para remediarlo, es decir, revertirlo o por lo menos conservar algo de ti, del resto, de todo cuanto componía tu mundo. Pero para qué, te preguntas, nada será igual, nada tiene por qué serlo. Debes asumirlo, así es el mundo, no hay nada que hacer. Soñando en cambio...

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