domingo, 15 de enero de 2017

Quisiera no escribir, quisiera decirle al pobre hijo de puta que pululó alrededor mío horas antes, que no, que incluso siendo bueno tocando huevadas, seguía siendo un imbécil, un estúpido arrogante argentino.Pero me fui a exprimir mis lágrimas hipócritas sobre este mundo, yo los quiero ver muertos a todos, o que justo cuando pretenda morir, no verlos más. Pero tenemos que comer, y esa puta palabra prometo no volver a escribirla. Oye, amo tu voz Narella, deberías haerme un gologolo o yo a ti, el caso es que ando dando tumbos entre hippies y musicos maricas.

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