viernes, 28 de noviembre de 2014

PERSONA PERSONAJE


Acá existir resulta a estas alturas inconcebible, pero aun así sostenido en fantasías retorcidas sobre caminos misteriosos que recorrer en aras de la redención con la misma existencia que se niega sobre sí misma y para con él, persistía en el oficio de escribir.
Haciendo un repaso súper rápido de la trayectoria íntegra de sus dedos, ojos y mente frente a la máquina esta que a lo mejor sirve para otras cosas que no sean solo recibir, percibir, complacerse o morbosear; como a él siempre le pareció la mejor manera de echar abajo la maquinaria infame llamada tecnología que a fin de cuentas nos reducía como especie a piedras regadas en el fondo del estanque de aguas podridas. Pero bueno, volviendo a la trayectoria, estaban las iniciales consignas rebeldes en torno a la música, después a la literatura, que fue entendiéndola, aunque mal le pesó al cabo de un puñado de tiempo, como honestidad más allá de resortes o picaportes o nortes, él se entiende, ¿eso es obvio verdad? Finalmente un oscuro pasadizo de vacuidad y carencia de significado por casi todo, salvo el empeño necio con e suicidio sistemático y por eso mismo, quimérico, y los constantes bajones devenidos del medio más cobarde para abordar los amplios horizontes de la soledad y la tristeza: los paraísos artificiales.

Le dio lo mismo desde entonces seguir haciéndolo como no; así como daba igual seguir vivo o muerto en vida, de manera que se precipitó en intensos conflictos consigo mismo: que si el tiempo representado en décadas o capas de polvo producto del encierro valieron la pena,que si tanto sacrificio colateral significó algo por lo menos para el maravilloso arte. Y cientos de conflictos afines más.

Pero la respuesta siempre estuvo ahí, frente a él, o debajo si se quiere, agazapada entre los pliegues de su confusión y aturdimiento. No hay como estar lúcido, pensando unas veces, y otras, no hay como el licor mezcándose con la saliva directo al cerebro y más todavía, no hay como la primera calada del tabaco recargado o el canabis apretado al fondo de una pipa de hortaliza. En realidad era que No hay más simplemente...

Pero reconocerlo implicaba el final, al menos para el empeño ciego que devenía en esperanza y vitalidad; de modo que persistir resistiendo como diría un monómano, fue el camino fácil. Lo difícil es hacerlo, osea los días vistos como cúmulos inciertos y probables tras las retinas de la imaginación, se tornan fáciles y hasta aburridísimos, pero vaya dios a mandarte a soportarlos, desde sus mañanas extensas hasta sus noches interminables; dudo mucho en alguien capaz de soportarlos o inclusive, darse más ánimos. Porque se ha de estar insano, incinerado, denonadamente loco para no darse cuenta de la verdad y seguir jugando con mentiras como seguir esperando la llegada de nada en este mundo de nada y nada más.

De este modo nuestro personaje prosiguió escribiendo, ésta es la prueba, la certeza inconexa de realidad objetiva, y es que quién podría asegurar fervientemente que no se trata de otro en lugar de él, aun cuando entre las disecciones de una supuesta mente creadora, se diera el caso que nos atañe: el del personaje siendo abordado por la persona producto a su vez, de la misma fantasía que engendra hasta el infinito los mismos personajes personas para realizar lo mismo, escribir y escribir sobre ello...

sábado, 22 de noviembre de 2014

CLAVOS


Caminando entre multitudes de seres humanos que como tú caminan. Sus ojos no estás seguro si te observan o ven solo lo que pueden, tú eres como ellos, tanto y a veces peor, pero qué puedes hacer al respecto, probaste de todo y nada; todo sigue igual. Ahora piensas en mañana pero ayer pensabas en antier, no hay sentido que seguir, todo es caótico y obtuso, es mejor detenerse y reconsiderar el entierro en vida, cavar y cavar y arrellanarse en el negro humus, entre gusanos y raíces de árboles extintos, es mejor cualquier cosa a seguir caminando como si tuviera importancia la marcha. El último clavo en el ataúd, en la frente, en los brazos y en el pecho, clavos y agonía, clavos y sepultura solitaria.

BAH!



Me preguntaba cuán lejos me hallaba de la gente que me rodeó mientras crecía, mientras me preparaba para marcharme, y veo que no mucho, que las distancias siempre fueron relativas, que siempre estuvieron frente a mis narices todos aquellos de los que pretendí alejarme, y eso aunque duela, me hace sentir completamente desilusionado porque en realidad los detesto, detesto su felicidad simiesca entre curas y certámenes de lo más burdos y repugnantes, Nunca pertenecí a esa basura de entorno, yo nunca estuve y ahora comprendo los motivos, Rostros  vencidos, incapaces de ocultar el fracaso y la fealdad de vidas postergadas, resignadas, pasivas. ¿Familias modelo? Qué asco en verdad, mil veces es preferible el exilio y el anonimato a eso, a ser viles esclavos de nada, de pura máscaras y disfraces. Y pensar estar vinculado con ustedes, cuánto me detesto por eso. Y no solo por sus estúpidas actitudes respecto de la vida, cristo y huevadas afines, sino porque de ninguno de ustedes oí algo importante, nada de rockandroll ni arte, pura mierda mundana e hipócrita. Mi familia en ese sentido son las calles vacías, el tránsito de almas en pena, la locura de la noche y las estrellas en el cielo, ustedes son el error de mi vida, los aborrezco como aborrece dios al hombre según sus estúpidas creencias religiosas que me paso por los huevos. Y aunque por todo esto muera solo y refundido en la podredumbre del anonimato y el descarrilamiento, vale la pena porque gracias a mis circunstancias conocí a Stevie Nicks, Dale Krantz, Tony Bono, John Fante, Jimmy Johnson y cientos de artistas más que desde sus trabajos me acobijan y consuelan mortalmente mientras acaricio la idea de la muerte, del final, y es que cómo podría vivir tranquilo sabiendo que estoy vinculado con ustedes sucias ratas insignificantes. Bah!

miércoles, 12 de noviembre de 2014

LA PRUEBA LATENTE(Mutación y transformación)


No una sino dos veces las que me resultan sorpresivas cuando me aboco a verificar cierta información sobre la alineación, en este caso de Infernal Majesty; y es que no se trataba de Vince Vampire el que vocifera en su clásico None shall defy, sino de Chris Bailey, es más, quién diablos será Vince me dice el buscador, donde figura como un eventual vocalista para la banda, pero sin mayor relevancia, alguien que pasó y nunca más se supo de él. 
Maldita sea, al parecer la pérdida de percepción de esta realidad se viene dando en mi fuero interno desde antaño. Yo que siempre imaginé al tal Vince subido en el escenario y cantando a lo Araya en el Show no mercy; yo que apaudiéndolo no solo por su performance en la banda, también seguí atento su carrera delincuencial, luego de enterado de sus fechorías rifle en mano, cabalgando en su motocicleta y viajando como un salvaje vikingo de pueblo en pueblo, aterrorizando a cuanta gasolinera le saliera al paso. Inyectando a sus venas veneno orgásmico. Condenado y absuelto luego ante un tribunal que gracias a la intervención de uno de sus miembros femeninos, volvió a las calles a sembrar el terror, esta vez acompañado de la dama en cuestión, quien fascinada por el destello en su mirada que refulgía desde el estrado de acusados, fue seducida y hechizada. Esa es la puta realidad en la fantasía que al parecer elaboré inconscientemente hace unos años. Demasiadas películas de Alfred Hitchcock y novelas de Patty Highsmith y Agatha Christie me refundieron el cerebro. ¡Mierda! me digo, sucedió sin que pueda darme cuenta alguna, una realidad alterna que fui construyendo y con la que fui conviviendo como si nada pasara. Inclusive ahora mismo que detesto a todo el mundo, y me parece que absolutamente todos cuanto veo o tengo noticia de ellos son repugnantes, estúpidos y necios, ni más ni menos; es evidencia de que ahora mi cerebro está abocado a destruir toda realidad social a mi alrededor. Y yo en medio, como alojamiento de dicha consigna, como el medio para llevar acabo aquello. 
Las sombras aleteando en mi habitación, la maldad pura inoculándose en mis poros con la sutileza de un hálito; ahora lo veo, todo eso fue la apertura y antesala a la posesión definitiva de mi ser por parte de fuerzas ignotas y oscuras, altamente poderosas y malignas. He aquí entonces, la certeza de la transformación, no fue un divertimento pasajero ni una fascinación superficial, todo cuanto se hizo con desmesura y psicopasión genera esto, alternancia en las dimensiones y viajes sin retorno; inequívoca autodestrucción y repulsión por todo lo vinculado al género humano en esta dimensión, maldita e insuficiente, inocua e insignificante. Al pincho con todo esto, esto es lo que soy, el portador de la fuerza supradimensional, la prueba latente de los conductos retorcidos de una mente convencida y sumida en una idea fija: Mutación y transformación.

sábado, 1 de noviembre de 2014

NO APUESTES POR MÁS NI MENOS


Recibes treinta pesos, haces tres llamadas y te quedan técnicamente nada. Emprendes la navegación mientras aguardas la hora pactada; pensando en algunos detalles sobre Morbid Saint en Colombia, les dices los suertudos son por semejante presentación, entonces alguien llamado El Flaco no sé que mierda más, se pronuncia ofendido, inventándose una agresión para corresponder mi Cocalombianos de ¡Qué suertudos cocalombianos por lo de la banda gringa! Lo ficho al marico sensiblero, pelo largo, muy malote él, death metal forever y siempre posando muy ataviada de farsa. Al grano te dices, oigamos  su banda "death" abuuuuu. Pones reproducir mientras observas su logo, típico, lleno de púas y sangre y el nombre peor, bloody death, más original imposible, muerte sangrienta, vaya, te dices, la canción avanza y se trata del mismo riff lento, algo thrasheado pero degenerado por el típico gutural que se supone caracteriza a la "escuela colombiana", un sonido burdo y grotesco de intento de sonar a Deicide o algo así, sin lograrsino sonar desagradable. Una mierda piensas, acabas con eso, se te ocurre escribir al respecto, afuera la tarde sepia comienza a caer. El complejo nacionalista y la ilusión estúpida que acarrea,asola cada provincia de nuestra sudamérica, así nunca lo lograremos, concluyes. Añoras Texas entonces,y hasta Guadalajara, acá todo está infectado, para qué hacer música si lo que hagas se estrellará contra los muros de las fronteras y se hará añicos de inmediato, Sin propósitos, no te queda de otra, y eso es bueno o malo, quién sabe, hay que hacerlo, sigues pensando,poreso incorporas tu cuerpo y lo conduces hacia la morada del baterista, algo afectado por la tristeza de saber cada vez más sobre la desnudez de las almas en estos valles caldeados por la violencia y la herencia cojuda del pasado y una ilusión inexistentes. Bueno, Razor seguirá estando, no apuestes por más...ni menos...Cut throat!