martes, 19 de agosto de 2014

NUEVA DIETA


Un tomate con sal y limón por la mañana, un huevo duro con aceite al medio día, y una papa sancochada por la noche, a ver cómo resultas el fin de semana. Hambre, satisfacción, sueño, desvelo, quietud, desesperación, sustantivos, o verbos, satisfecho, hambriento, soñoliento, ah, juego de palabras. Quisiera detestar este encierro y salir a correr loma arriba, pero en cuanto lo haga sé que querré estar encerrado con las persianas bajas y retozando imperecedero al hambre y al sueño, bostezando de ambos en simultáneo. Gracias vida por tanta opulencia, gracias muerte por tu seducción, mi cuerpo sigue firme a ambos, no soy el que se deja corroer por la inmunda monotonía, a lo mejor por la inacción, pero mientras sucede eso mi mente viaja, libre, autónoma; ¿para qué? No lo sé, ya nada de lo que sucede respecto de mí me tiene alerta, solo sucede, los días pasan como el agua del río, y eso me gusta, días como el agua, sin retorno ni valía, coges uno, reparas en otro, te sumerges en alguno, pero todo pasa, inclusive tú mismo te haces agua, luego tierra, o al revés, de todo te pasas, a todo le sales con escapadas, rodeándolo, mojándolo, dejándolo, etc.


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