miércoles, 28 de marzo de 2018

Buenas noches

Solía pensar con denodado y enfermizo empeño en un mañana, ahora pienso que debo guarecerme de la lluvia solamente, tengo un par de zapatos hechos mierda y no logro conseguir los pantalones necesarios, debo andar muy grave para todo esto. Lo sé, lo acepto, el mundo enfermó, uno estornuda como quien defeca, y las cosas se afinan a peor, ves las nubes negras cernirse, oyes Mi diciembre, hiedes a mugre, tratas de enamorarte y no estás preparado, ni siquiera puedes cepillarte bien los dientes, pero como dicen en el puerto: a mal tiempo aprieta el puño y súbele el volumen. Eso hago, mientras empuño el limpiavidrios y arrojo la basura por la ventana del bus, iré o no iré, cuál es cuestión de mi vida reptiliana: la necedad, la renuencia, la estupidez y luego el silencio, las calles vacías, la asquerosa soledad, y el encierro, soy de aquellos arácnidos mal reencarnados, mal concebidos, algunos me ven como quien inhala terokal y no, no lo hago,  ya no tengo un dedo de la mano porque me pasó que descubrí el hueso después de la herida y no tuve tiempo de echarle un poco de alcohol o algo para desinfectar, mañana voy a caminar mucho para sudar y renovar mis fuerzas, estoy un tanto cansado,  buenas noches hermano.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Me dan asco uds. también


Empezamos con Lester Young, no demoraré esta vez en patrañas, van cinco días de la recaída y ya deambulo como fantasma de ciudad, cito  Lethal, son buenos los gauchos. La apacibilidad de la música me hace reconsiderar algunas cosas, sobretodo la referida a escribir en paz, sin apuros ni lineamientos, cosa que no estuve haciendo los últimos meses, ya sabemos por qué, por la divagación a causa delos agentes, asunto archiconocido, pero ahora no tengo ese ímpetu más que en liberar mi mente agobiada por las travesuras de lamente.

Renuncio otra vez al cuerpo, eso inmediatamente después de haber superado una enfermedad grave, no en suma , pero sí de alarma. Como sea, quiero hablar de lo podrido de la gente. Se publica una foto de mi hijo orinando en la calle, pantalón abajo, feliz, y muy cómodo, se pone: Prohibido prohibir. Enseguida me hacen saber lo irresponsable de mi acto, que expongo a muchos riesgos a mi niño, cuáles, me rpegunto, me mencionan los más atroces, ya saben, no quiero ni  mencionarlo, porque me apena saber que la gente está más podrida que yo en sus pensamientos, en su concepción del mundo, en us valoración, y yo soy el pelotudo, como dijo mi amigo El chemas, yo soy el miserable. En todo caso, no solo yo amigos del planeta tierra. Me dan asco ustedes también.