viernes, 22 de abril de 2016

PEOR QUE HOY, AYER Y MAÑANA

Tratando de establecer una secuencia lógica entre las actividades para la noche que pasó y la madrugada que le viene sucediendo, termino siempre donde debería haber empezado, el blog. Mi propósito es expresarme, pero espero, pienso que aguardando tan solo un poco más lograré consolidar las ideas, sin embargo paso el tiempo entre descargar música añeja de rockeros infaustos y brillantes, o libros de escritores desvalidos para la natural y normal existencia, pasando luego entre informaciones sobre artistas en decadencia y recetas para la aniquilación del cerebro y la eistencia. Y al final como siempre, aquí, a media madrugada, oyendo la respiración dificultosa de algunas personas que ya se van de este mundo y de otros que recién llegaron. Estoy oyéndolos ahora mismo viéndolos y se me ocurre pensar en seguirr escribiendo, porque de todas formas no tengo otro modo de expresión hacia mí mismo como es a través del blog. Quizá dentro de un par de horas me pese un poco no haberle dado el descanso necesario al organismo, pero sé que más tarde me perdonará y seguiremos siendo unidad aunque siga destruyéndolo con narcóticos thrash metal y alcohol.
Quién fui, me pregunto, me parece haber tenido otra vida y varias muertes entre aquella y ésta, y todo para qué, para seguir tras de la muerte, de la deliciosa sensación de saberse en el horizonte de eventos, desde donde no hay retorno alguno. Asumo que ya no importan muchas cosas, comprendo muy pocas, y rehuso el resto. Iré cada vez más solo hacia el centro de la resistencia humana, hoy por hoy ya veo retorcerse la realidad ya siento la transfiguración del mundo, y sé que tengo pavor y la parálisis solo es el indicio de la verdad en todos esos eventos me pregunto entonces qué sigue, o cuánto y hasta cuándo. Sigo pensando las cosas con mayor extravío y desacato, sigo haciendo las cosas con indiferencia y renuencia. Renuncio cada vez más y comprometo de ausencia con pretextos vinculados a la oscuridad al silencio y el aislamiento. Miento con mejor calidad e imagino mejor, no obstante puedo plasmarlo menos. De hecho ya casi no organizo las ideas y tampoco dejo de sentirme bien por todo esto, será que ya no me importa una mierda incusive el escribir un par de cosas sobre mis fantasías de un mundo peor. A veces me digo ya basta, mira que el control lo haz perdido y la manía de cultivarme se me olvida como si no tuviera ya saliva para decirme qué cosas hacer, y qué no. Bueno, lo segundo siempre sucede mejor que lo primero, y mientras avanzo paso a paso en la rueda de mi camino monomaniaco, recuerdo mis otras vidas con sus respectivas oportunidades y hasta de la laptop que me robaron me acuerdo, de la música que tenía dentro, de los relatos y en fin, de casi nada. Extraño algunas cosas y casi a ninguna persona, de ahí cúanto importo para ellos y para mí mismo. Ser digno en una época tan indigna como cualquier otra es solo la respuesta a un estímulo, la consecuencia de un sistema que por defecto nos involucra y digiere en sus sucias tripas y mañas. Mañana, lo reafirmo, mañana será mejor, o en todo caso, y también como siempre, peor que hoy y tal vez que mañana y siempre. 

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