domingo, 7 de agosto de 2016

Necesito

De esos domingos que todo te parece despreciable y aborrecible. Síntomas de la infección mental, he aquí lo que más puedes detestar, tú mismo en un día en apariencia normal y tibio. Vas a estallar de seguir sentado frente a la computadora viendo cómo otros se van a la mierda, o se fueron, ayer, anoche y hasta hace unas horas. Qué envidia, la desolación y el receptáculo de espectáculo que ahora eres y ya no la máquina de actuar, da pena, una constante sensación de haber fracasado a todo dar, en todo sentido. Qué asco de sentir, la náusea de sartre sobre el vivir y el no querer seguir haciéndolo. Necesito una guerra real, alguien a quien trata de matar o a quien entregarse intentándolo, o un cataclismo que me obligue a buscar cigarrillos en las montañas de cadáveres de los que me alimente en cualquier momento y lugar.